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Imagen esculpida a
fines del siglo XIX por el escultor valenciano señor Gilabert,
para convertirse en titular de una Asociación fundada en 1889 por
el cardenal de Sevilla don Benito Sanz y Forés, natural de Gandía
(Valencia), y cuyo cabildo de aprobación se constituyó en el
Palacio Arzobispal hispalense. |
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Detalle del rostro de la Virgen. Foto: Rafael Márquez |
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Para tratarse de una
copia, la obra resulta sumamente afortunada; más aún, diríamos que
delicada y muy bella. Seguramente es una de las mejores versiones
antiguas de la amorosa "Mare de Deu dels Desamparatsts". El rostro
va muy inclinado hacia adelante, ya que la primitiva posición de
la Patrona de Valencia era yacente (su cabeza reposaría entonces
sobre una almohada) y este detalle tan especial pasa a todas las
copias. |
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Detalle del Niño Jesús. Foto: Rafael Márquez |
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Como atributos
icnográficos porta un ramo de lirios y la cruz del Niño que
simbolizan la Inmaculada Pureza de la Virgen María y la
Corredención del humano linaje.
A los pies las encantadoras figuras de los Inocentes son el
emblema parlante de su advocación, pues van de rodillas,
"amparados" por el manto de la Señora. El autor de la imagen
consiguió en estas dos piezas infantiles, así como la del Divino
Hiño, un simpático testimonio de candorosa expresividad. |
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Altar de la Virgen de los Desamparados a los pies de la
nave de la Epístola en la iglesia
de San Vicente.
Foto: Rafael Márquez |
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Texto: Sevilla
Mariana. Repertorio Icnográfico. Juan Martínez Alcalde
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