Continúa el cortejo con la Hermandad Sacramental del Sagrario que procesiona con el magnífico Niño Jesús que Juan Martínez Montañés tallara en 1606.

La imagen procesiona en un bello templete neoclásico de proporciones equilibradas.

El exorno habitual de este paso son claveles y gladiolos blancos junto con espigas y racimos de uvas. Cera roja, todo ello en clara simbología sacramental.

El discurrir por la Avenida de la Constitución adentrándose en la plaza de San Francisco.

Perfecto de dibujo, modelado, composición, talla y anatomía, valores subrayados por su excelente encarnación.

Montañés da en esta maravillosa imagen la versión definitiva de su iconografía de Niño Jesús, poseyendo carácter deífico por la intensa vida interior con que supo dotarla, asociada a un leve realismo que no distrae de lo principal. La cabellera leonina que enmarca el cráneo, es un recurso expresivo, que acentúa la serenidad de su rostro.

Autor:© Rafael Márquez                      Volver                                   Siguiente>>