Cristo de la Expiracion. Cofradia del Museo. Sevilla:::::::RAFAES

Foto: Rafael Márquez

Escultura en pasta de madera y telas encoladas y policromadas
Mide 1,79 m. de alto
Obra de Marcos Cabrera. Año 1575

Este Crucificado ha dado a su autor justa y merecida fama en el ámbito local; pues no en balde, es una de las imágenes más interesantes del panorama escultórico hispalense.

Hacemos nuestra la hipótesis, apuntada por Bernales Ballesteros, sobre el posible conocimiento por parte de Marcos Cabrera del Cristo expirante que Miguel Ángel dibujara para Victoria Colonna hacia 1540 -hoy en el British Museum-, y cuya copia circularía copiosamente por la Sevilla de finales del siglo XVI. Ambos Crucificados quedan presididos por una violenta contorsión corporal, luciendo un valentísimo escorzo, donde la dramática «línea serpentinatta» se vincula a una composición típicamente manierista.

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Un singular patetismo se refleja en el rostro del Cristo de la Expiración. La nota dolorosa es tratada con criterios expresionistas, en los que Hernández Díaz aprecia una inspiración estética propia de obras medievales.
Jesús, expirante, parece emitir desde la cruz su gemido postrero: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lc 23.46). Es indudable que esta efigie produjo un gran impacto a nivel popular. La reacción no se hizo esperar, se ajustaron otras figuraciones a imitación de la de Marcos Cabrera.

Foto: Rafael Márquez

Así, al menos, lo ratifica la encargada al entallador y escultor Matías de la Cruz en enero de 1590, y cuyo paradero desgraciadamente se desconoce.
El agitado sudario que envuelve las caderas del Redentor, es producto de la restauración llevada a cabo en 1880 por Gutiérrez Cano quien sustituirá el primitivo por el actual de telas encoladas.
La última restauración corrió a cargo de Francisco Peláez del Espino en 1978.

Texto: Las Cofradías de Sevilla en la modernidad. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla.

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Foto: Rafael Márquez

La Pasión es la hora de la Virgen: tenía como prisa ¡qué dolor!- por verle mayorcito, hombre, ¡reo!...
Ella sabía lo que quería. Tenía que asomarse a la acera del Viacrucis, ¡no podía perdérselo, que no!
Yo he visto a la Virgen de las Aguas, casi en el dintel de la Catedral, para entrar, y frente a Ella, de perfil, al Cristo de las Aguas que poco antes salió de la Catedral y ya iba camino del Postigo y de su Casa.
Mi Virgen, asomada, esta vez a la Crucifixión. Y enmudecieron las bandas, y todos comprendieron, y hubo oraciones por dentro... ¡qué cosas tan simples, pero tan profundas, hace Sevilla!

Fragmento del pregón de la Semana Santa de Sevilla. 1 de Abril de 1979. Manuel Toro Martínez.

	[ Mater Dolorosa: Ntra. Sra. de las Aguas ]
	[ Pasión: Stmo. Cristo de la Expiración ]
	[ Besamanos al Stmo. Cristo de la Expiración y Ntra. Sra. de las Aguas. 2004 ]
	[ Besamanos al Stmo. Cristo de la Expiración y Ntra. Sra. de las Aguas. 2008 ]
	[ Besamanos al Stmo. Cristo de la Expiración y Ntra. Sra. de las Aguas. 2009 ]
	[ Triduo a Ntra. Sra. de las Aguas en la Festividad de la Inmaculada ]
	[ Quinario de la Hermandad del Museo. Cuaresma 2005 ]
	[ Quinario de la Hermandad del Museo. Cuaresma 2008 ]
	[ Ntra. Sra. de las Aguas vestida de luto. Noviembre 2007 ]
	[ Traslado de la Hdad. del Museo a la Iglesia de San Gregorio. Diciembre 2008 ]
	[ Estación de Penitencia. Lunes Santo 2008 ]
	[ Estación de Penitencia. Lunes Santo 2009 ]