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Antigua, Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad Sacramental Esclavitud de Nuestra Señora de la Encarnación y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Cena, Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora del Subterráneo Iglesia de Nuestra Señora de Consolación (Vulgo de Los Terceros). Calle Sol |
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Imagen
de candelero para vestir |
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En la Junta de Gobierno celebrada el 26 de diciembre de 1954, bajo la presidencia del Hermano Mayor D. Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas, se aprobó la ejecución de una nueva imagen del Señor de la Sagrada Cena. Por ello, D. Pedro Gutiérrez, como representante de la Hermandad, concertó con Sebastián Santos Rojas, el 1 de enero de 1955, la hechura del Cristo que nos ocupa por 25.000 ptas. |
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Este
Cristo sustituyó a otro anterior, una obra realizada por Manuel Gutiérrez
Reyes-Cano en 186029. Era una imagen de candelero para vestir. Escenificaba
la bendición del pan eucarístico, según la narración evangélica:
"Mientras comían, tomó pan, y bendiciéndolo, lo partió, se lo
dio y dijo: Tomad, éste es mi cuerpo" (Mí. 25, 26; Mc. 14, 22 Y
Lc. 22, 19). Por el contrario, la nueva efigie del Redentor introdujo en
1955 un nuevo matiz iconográfico. Ahora bendice el cáliz de la Nueva
Alianza. |
Tomad este es mi cuerpo |
El
Cristo de la Cena, una de las obras emblemáticas del buen hacer de
Sebastián Santos, es a nuestro entender la mejor escultura cristífera
del siglo XX en la Semana Santa de Sevilla. La cabeza, dibujada,
modelada y tallada de forma magistral, es un estudio anatómico virtuoso. El artista,
satisfecho de los resultados, omitió la preparación de yeso previa a
la policromía, ya que estimó que la escultura podía quedar
bastardeada. Por ello, Sebastián Santos encarnó la testa y las manos
sobre una capa de goma laca, utilizando yeso para el resto de la figura.
La tez trigueña consigue las apetecidas calidades de la piel. |
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Obra emblemática del siglo XX |
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El cuerpo, anatomizado por completo, se inspira en el del Resucitado de Jerónimo Hernández, de la Hermandad de la Quinta Angustia. El sudario, estrecho y ajustado, es gris claro. La disposición de brazos y manos abundan en la exquisita espiritualidad de la imagen, que está firmada por el autor en el hombro derecho: "S. Santos". En la mano izquierda porta el cáliz. Dicha mano fue tallada, poco después de ultimada la escultura, por el cofrade Francisco de Paula Rodríguez Porras, ya que en origen Sebastián Santos la había previsto de forma diferente. No obstante, sólo se altera su primigenia actitud durante los cultos eucarísticos y en la estación de penitencia. Este Cristo, de pie, preside una mesa rectangular en tomo a la cual se disponen los doce Apóstoles. Judas, en el extremo opuesto, acusa la noticia de la traición, contrastando vivamente con vivamente con la divina presencia del Señor. |
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Texto: Las Cofradías de Sevilla en el siglo XX. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla. |
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Passio Domini Nostri Jesu Christi Secundum Marcum 14. 12-25 |
El
primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le
dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los
preparativos para que comas el cordero de Pascua?» Entonces, envía a
dos de sus discípulos y les dice: «Id a la ciudad; os saldrá al
encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle y allí donde
entre, decid al dueño de la casa: "El Maestro dice: ¿Dónde está
mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?" |
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