"A Molviedro fui la noche de un Jueves Santo siguiendo al ángel de mi memoria. Sólo se oía el trabajoso rumor de los costaleros tras la silente comitiva de cirios encendidos que escoltaban la patética escena del Descendimiento de Jesús. Sobre las andas, como un doliente capataz, estaba Ella, y el llamador un pañuelo, mandando a la misma muerte en la más difícil chicotá de todas las Semanas Santas, del árbol de la cruz al templo de sus brazos. Y no había otra voz que su mirada para que al bendito cuerpo de su Hijo no le rozaran el quicio de la brisa, ni el llanto del rocío, ni el frío de la madrugada. Y fue el ángel quien me dijo  que era así, de esa manera, como se entra en el cielo sevillano; y Ella da las órdenes precisas, sin una voz, con un pañuelo, pero que allí arriba, tampoco se mueve ni una estrella cuando el alma de un hijo costalero va subiendo desde el morado calvario de Sevilla a la celeste altitud de su regazo."

Pregón de la Semana Santa de Sevilla 1991
José María Rubio Rubio

El Cristo del Descendimiento está atribuido a Pedro Roldán por su extraordinaria semejanza con el Cristo del retablo mayor de la iglesia del Hospital de la Caridad.  

Autor:©  Rafael Márquez

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