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En
el barrio de Heliópolis, uno de los primeros enclaves modernos y
expansionistas de Sevilla, fue constituida oficialmente esta
Asociación el 15 de octubre de 1948 y en 1949 se impuso
colectivamente el escapulario a los primeros socios, quedando
aprobados sus estatutos por el Palacio Arzobispal. Se retomaba o
continuaba así la trayectoria de una devoción que ya estuvo
establecida en la capilla de la Puerta Jerez desde 1907 hasta
1940, año en que los claretianos dejaron aquella seda para
trasladarse a la actual. Ya en 1949 (otras fuentes dicen 1950)
salió procesionalmente por primera vez la primitiva imagen, que
era de serie, y el superior de los Misioneros, desde el balcón de
la casa 16 de la calle Paraguay, consagró el barrio al Inmaculado
Corazón de María. En 1958 llegó a alcanzar el número de 753
socios, cifra respetable para tratarse de una entidad moderna.
Pasada la "resaca" postconciliar vuelve a revitalizarse
y en 1987 su título queda ampliado como "Archicofradía del
Inmaculado Corazón de María y Hdad. Sacramental del Santo Cristo
de la Misión, Ntra. Sra. del Amparo, San Juan Evangelista y San
Antonio María Claret". Por tanto, al primitivo elemento
letífico han quedado incorporadas también una faceta
eucarística y otra faceta pasionista. |
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Paso
Procesional del Inmaculado Corazón de María.
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Foto:
Rafael Márquez |
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La
imagen se debe al artista granadino, afincado en Sevilla, don
Rafael Barbero Medina (1960). Aunque de tamaño natural y madera
de ciprés, parece guardar el recuerdo de los encantadores e
intimistas barros que tanto se prodigaron en la tierra natal de
ese artista. Ello todavía se nota más en el boceto de terracota
que sirvió de modelo, propiedad hoy de un particular. Está
sentada sobre un escabel, con primorosa estofa sobre sus ropajes,
mostrándonos al Niño Jesús encima de sus rodillas.
Manuel
Román Seco repujó en 1951 el paso de metal plateado, con
candelabros añadidos en 1953. Orfebrería Triana realizó ciertas
adaptaciones en 1985, al haberse agrandado la longitud de la
parihuela, restaurando todo el conjunto. Además de las insignias
inherentes a su carácter glorioso, la Archicofradía consta de
las efigies y enseres correspondientes a su parte pasionista. |
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Inmaculado
Corazón de María. Altar Mayor de la Iglesia.
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Además
de la efigie "procesional" hay otra del mismo título y
de mayores dimensiones, obra del escultor Vassallo con sentido
volumétrico moderno, que es la que preside el culto diario en el
templo: esta dualidad advocacional resulta bastante infrecuente en
Sevilla. Esta imagen es la que podemos ver en la foto superior que
muestra el baldaquino situado en el presbiterio de la iglesia. |
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