Exposición Giraldillo en las Atarazanas de Sevilla::::::Rafaes

Cartel de la Exposición

Del 22 de octubre al 21 de diciembre de 2003
Reales Atarazanas
c/ Temprado nº 1. Sevilla

A lo largo de cuatro años, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, ha llevado a cabo la restauración de la escultura del Coloso de la Fe Victoriosa, El Giraldillo, con una inversión de 600.000 euros.

La exposición muestra, tanto la imagen fundida en bronce por Bartolomé Morel en 1568, como la antigua estructura interna del Giraldillo. Asimismo, se puede ver todo el proceso de restauración a través de paneles informativos. La exposición se complementa con una campaña de difusión del Giraldillo que incluye la edición de un catálogo, cómics y cuadernos de dibujos.

Se trata probablemente de la figura de bronce más importante del Renacimiento y tal vez la mayor de las estatuas del cinquecento. Formaba parte del esquema trazado por Vargas, de acuerdo a las directrices del canónigo Pacheco.

El cambio de función de la torre, de alminar a campanario, no sólo se constituía como símbolo del Triunfo Cristiano sobre el Islam, sino que adquiría ahora nuevas connotaciones, ya que aludía también a recientes victorias de la Cristiandad «romana» sobre los turcos, protestantes y moriscos, como se refleja en la lápida conmemorativa del estreno de la torre:

Vista del Giraldillo. Foto: Rafael Márquez

«La torre de estructura púnica ...se recreció en cien pies con un elaboradísimo chapitel.. los Padres de la Iglesia Hispalense... cuidaron de construirlo... con motivo feliz desenlace de los asuntos religiosos, . capitidisminuidos y aniquilados los enemigos de la iglesia romana, ordenaron poner el Coloso de la Fe Victoriosa... », frase que probablemente aluda al ajusticiamiento, en la plaza mayor de Bruselas, en junio, de 1568, de los condes de Egmont y Horn, cabecillas de la sublevación de Holanda, en la que los problemas políticos fueron de la mano de los religiosos.

Aunque a la estatua .se la conoce popularmente con el nombre de Santa Juana, consta documentalmente que siempre se le llamó la Fe y Giralda -como sinónimo de veleta- y por extensión ha dado nombre a toda la torre. El modelo procede sin duda de unas Palas o Minerva clásica como era la «Roma Cristiana», que presidía entonces el Palacio Senatorio de la propia Urbe.

El profesor Serrera sugiere que está inspirada en un grabado de Palas, de Raimondi, tomado de un original de Julio Romano o Perino del Vaga. Si comparamos este grabado con un dibujo de la estatua realizado en 1770, que se conserva en el Archivo de la Catedral, puede observarse que tanto en la composición, como en el estudio anatómico, hay evidentes paralelismos.

El Giraldillo es, por tanto, la versión cristiana de una imagen pagana; por ello en el escudo, en lugar de figurar una Gorgona aparece el cáliz y la hostia, y en vez del gorgoneion que suele tener Palas en el pecho, la «Giganta» tenía un querubín.

Los temas que ofrece su apariencia muestran un complejo sincretismo: el casco tiene apariencia clásica, pero su parte inferior remite a borgoñotas medievales, adornada con una corona real; por otra parte, los elementos militares de su atuendo se asemejan mucho a los de armaduras «romanas» de época de Carlos V, mientras otros copian joyas de comienzos del siglo XVI y cortes de vestiduras del mismo momento, transpirando un deseo de romanidad que se manifiesta en la titulatura imperial que la mencionada inscripción adjudica a los gobernantes, los epítetos paganos y más concretamente mistéricos dedicados a las advocaciones cristianas, la calificación de «púnica» para la fábrica almohade...; todo hace referencia a una autoidentificación explícita con la Roma antigua.