Ntra.
Sra. del Carmen de Calatrava se asigna al estilo o escuela de Cristóbal
Ramos (s. XVIII). Se trata de una preciosa imagen sentada sobre una nube,
con expresión simpática, risueña y popular. El conjunto mide 85 cms. y
está realizado por el procedimiento llamado de telas encoladas, mostrando
una delicadeza extraordinaria, un candor delicioso e inefable. El paso lo
talló Carrera Baena en 1939 y se ilumina con amplios candelabros de
guardabrisas, añadidos por Antonio Díaz en 1986.
Dentro
de la capilla merecen reseñarse la efigie de un San José, de tamaño y
características similares a la Virgen, y un Crucificado menor del
natural, con bastante buena prestancia, de la escuela manierista. |
Referencia
histórica |
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La
más antigua de las hermandades carmelitanas de Sevilla parece ser
ésta. Sus orígenes se relacionan con poética leyenda de tipo
donjuanesco, que habría tenido como escenario la Cruz del Rodeo,
al final de la Alameda. Debió fundarse en el siglo XVI, según se
deduce después de clarificar las fechas que aparecen en un
posterior libro de Reglas. Seguramente al principio estuvo
dedicada a esa Cruz y luego se la completó con la advocación
mariana del Carmen. A mediados del siglo XVII, cuando empezó a
efectuar la procesión con la Virgen, celebraba una especie de
subasta para cubrir los gastos y colocaba un toldo rodeado de
bancos a la puerta de su capilla, bajo el cual se vendían aves,
flores y todo cuanto pudieran aportar sus devotos. |
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Ntra.
Sra. del Carmen de Calatrava. Foto: Rafael Márquez |
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En
el siglo XX la corporación ha sido muy castigada por las
inundaciones y problemas arquitectónicos de la capilla,
obligándole a buscar sedes provisionales (San Lorenzo, Ntra. Sra.
de Belén), pero al final su fervor siempre se ha impuesto a los
escasos medios, dando un verdadero ejemplo de religiosidad
popular, tan íntima como sincera, tan sencilla como elocuente. En
marzo de 2000 culminaron oficialmente las obras de consolidación
de su sede, acometidas por el área de Obras Públicas, proyecto
que incluía un plan rehabilitador integral del edificio, donde
-afortunadamente- vuelve a venerarse otra vez su titular. |
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Momentos
destacados y datos curiosos |
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Su
capilla cuenta con uno de los pocos pozos de agua que aún
funcionan en Sevilla, detalle de gran interés costumbrista y
hasta etnológico, pues nos retrotrae dentro de la gran urbe a un
mundo casi rural. El paso ha servido ocasionalmente para llevar a
la Pastora de Sta. Marina, al Cristo de la Oración en el Huerto
(en su traslado desde San Martín) y a la custodia del monasterio
de San Clemente (en una procesión eucarística que organizó la
Sacramental de Omnium Sanctorum). Alguna vez la procesión
carmelitana fue costeada en promesa por el padre de los Gallos y
otra vez ha coincidido con los máximos históricos del calor en
Sevilla. |
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Paso
Procesional. Foto: Rafael Márquez |
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Los
momentos más destacados de la procesión son la salida y la
entrada de su capilla, su paso por Lumbreras tiene mucho ambiente,
creemos no equivocarnos al decir que la procesión alcanza su
mejor momento dentro del convento carmelitano de calle Santa Ana,
donde hace estación, siendo acogida muy cariñosamente por la
comunidad. |
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