Es talla de candelero para ser vestida, fiel ejemplo de Dolorosa sevillana plena de suavidad en sus carnaciones, de dimensiones frágiles y atemperadas formas que ciertamente la alejan de cualquier manifestación dramática y barroca. Esta imagen ha sido objeto de diversas restauraciones, en 1954 por Antonio Illanes, en 1978 por Francisco Pelaez y en 1979 por Luis Ortega Brú.

La Mater Dolorosa inclina dulcemente la cabeza hacia la izquierda, componiendo adecuadamente con la pose de San Juan. La Virgen, paradigma de belleza clásica, refleja en su rostro una suave tristeza, Sus tersas y pálidas mejillas quedan humedecidas por las lagrimas. En su pecho el puñal simbólico que Traspasa de dolor su Corazón, hecho que ya anunciara Simeón en la Presentación de su Jesús en el templo.

La imagen del Evangelista es al igual que la del Señor obra de Juan de Mesa, quien la talla en 1620 en madera de idéntica calidad a la de aquél y hasta participando de algunas de sus más esenciales características escultóricas.

A la larga, con el paso del los años, esta imagen alcanza una composición de conjunto verdaderamente magnífica con la Virgen, junto a la  que procesiona en su incomparable paso de palio cada Madrugá de Viernes Santo.

No podemos concluir esta breve reseña del templo sin hacer mención al excepcional busto de dolorosa que preside la capilla del Sagrario desde 1996. Fue donada a la Hermandad por D. Ramón Charlo a su muerte, con la condición de no ser alterada. La imagen, una de las más bellas y sentidas dolorosas no procesionales de Sevilla, está atribuida a Pedro de Mena según se recoge en un articulo publicado en el Boletín de las Cofradías de Sevilla del mes de enero de 2003 debido a Francisco Javier Sánchez de los Reyes.

En un espacio próximo a la capilla del Sagrario encontramos las imágenes del Beato Fray Diego José de Cádiz, obra de Castillo Lastrucci, y del Beato Cardenal Marcelo Spinola y Maestre labrada recientemente por Navarro Arteaga. Ambos beatos fueron hermanos de esta cofradía del Gran Poder.

      Fotos:© Rafael Márquez                                                                 <<Domus Dei