Es
patrona de la ciudad y archidiócesis. Fue la primera imagen
Coronada canónicamente en Andalucía, el 4 de diciembre de 1904. En 1939
se le concedieron honores de Capitán General. El 15 de agosto de 1946 fue
proclamada patrona de la ciudad de Sevilla por Pío XII.
Su fiesta principal se celebra el 15 de agosto, día en que sale
procesionalmente en un paso llevado por costaleros, a través del
perímetro exterior del templo catedralicio.
Dicen
las Cantigas de Alfonso X el Sabio, que Fernando III había obtenido
grandes favores por la intercesión de Santa María, desde su propia
curación de una dolencia cuando era niño, hasta la salud de su propia
esposa, doña Beatriz. Con ocasión de una pertinaz sequía, la Virgen con
su Hijo se apareció a San Fernando prometiéndole el beneficio de la
lluvia. Con motivo de un viaje del rey castellano a la vecina localidad de
Alcalá de Guadaira, la Virgen ofreció su mediación en la lucha contra
los musulmanes.
La leyenda asegura que, habiendo puesto el Santo Rey cerco a la ciudad de
Sevilla, en los días de la reconquista cristiana, manifestó su deseo de
poseer una imagen de la Virgen, para lo cual convocó a famosos
escultores, sin que le satisficieran las obras que éstos le presentaron.
Un día aparecieron en el campamento dos jóvenes que pidieron que se les
permitiese realizar una digna imagen. Se retiraron a una torre cercana,
llamada de los Herberos, y allí procedieron a realizar su obra. Inquieto,
el Rey mandó a interesarse por el curso del trabajo y allí encontraron
una bellísima imagen, pero los mancebos habían desaparecido. Se
interesó por ellos el monarca, más no encontró quién le diera noticia
de ellos, hasta que le confiaron que se trataba de unos ángeles enviados
por el Cielo. Opiniones más eruditas señalan, que la imagen fue
realizada en Francia y donada al rey castellano por su primo Luis IX; o
que procede de Alemania, enviada por el emperador Federico II. Lo que si
es más probable que se trate de la que acompañó a Fernando III en la
Reconquista, y que presidiera en la procesión de la toma de la ciudad en
1248.
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Se
desconoce el origen de la advocación bajo la cual se venera esta imagen,
aunque se apunta el hecho de que se le atribuyó este nombre por ser
considerada dádiva regia y objeto de veneración de los monarcas.
La talla de madera de alerce y de 1,76 metros, es un magnífico ejemplar
de la escultura románica de mediados del siglo XIII. Sus miembros están
articulados, y es posible girarla gracias a un mecanismo de ruedas
dentadas y correas. Idéntico mecanismo posee la talla del Niño.
Únicamente fueron modelados la cabeza y extremidades. Representa a la
Virgen María con el Niño en sus rodillas. Ésta es una talla algo
posterior, pues originalmente la imagen mostraba a su Divino Hijo
sosteniéndolo en el brazo izquierdo.
La imagen está entronizada en la Capilla Real, en la cabecera de la
catedral de Sevilla. Su acceso es a través de una monumental reja
costeada por Carlos III. Franqueada la verja, hay dos nichos laterales, en
los que se han depositado los restos de Alfonso X y los de Beatriz de
Suabia. En el centro de la escalinata de acceso al altar mayor, está la
urna con el cuerpo incorrupto de San Fernando. Preside el retablo mayor la
Virgen de los Reyes. |