Cerrando el cortejo el paso del Duelo, probablemente una de las representaciones icnográficas más originales del arte cofradiero hispalense. Está inspirado en el rito de expresar las condolencias a los familiares del difunto tras el entierro.

Las andas son de estilo neogótico. Obra de Luis Jiménez Espinosa. Lleva en los centros del canasto relieves que representan pasajes de la Pasión. Data de 1964.

Ntra. Sra. de Villaviciosa, obra de Antonio Cardoso de Quirós en 1691, preside la composición decimonónica del misterio. A ambos lados y por parejas se distribuyen San Juan Evangelista, la Magdalena, los Santos Varones y las dos marías. Todas las figuras de Juan de Astorga Moyano en 1829.

Una de las modificaciones que ha sufrido la composición en estos últimos años ha sido el cambio de lugar de San Juan y la Magdalena, pasando el Discípulo Amado a la diestra de la Virgen. 

Exorno floral a base de claveles blancos, calas y alhelíes. Los capataces fueron Alfonso Hijón García en los dos primeros y Joaquín Díaz Baldrich en el Duelo. Acompañamiento musical de la Banda del Mando Sur. 

Luz de San Buenaventura,
la de San Lorenzo hermosa,
Flor de la Carretería,
Rosa de Villaviciosa
y en su Soledad, María.

Virgen del alto duelo, madre mía,
peregrina mujer desconsolada,
abierto corazón a tanta espada,
a tanta llaga de Hijo que moría.
¡Qué soledad de ayer, de todavía!
¡Cuánta lágrima tuya derramada!
¡Dolorosa de lágrima sagrada!
Romera de tan triste romería.
Muerte tuya la muerte del Calvario.
Sangre tuya la sangre redentora.
carne tuya la envuelta en el sudario.
¡Qué soledad la tuya madre ahora!
¡Qué rosario de penas tu rosario!
¡Viuda de Dios! ¡Madre de Dios! ¡Señora!

Pregón de la Semana Santa de Sevilla 2005
Antonio Murciano González

Como estreno destacar el enriquecimiento en este año de la saya de la Virgen, obra de Teresa del Castillo en 1871. 

Autor:©  Rafael Márquez

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