Patrona de Alhendín |
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Esculpida por Pedro de Mena, se dice que fue la primera que hizo sin la dirección de su maestro (Alonso Cano) y que este “no tuvo cosa que corregirle”. Precisamente se le achaca a las obras de este autor la falta de espiritualidad y la exaltación excesiva del aspecto humano, hecho que en esta imagen tampoco aparece reflejado, observando más bien un tono de majestad, sublime serenidad y ternura sobrenatural. Aunque se presenta con las manos juntas, en nada parece mostrar adoración o beatitud. Basta con observar los angelillos que están a sus pies que contrastan de forma acentuada, al ser sutiles presencias infantiles que transmiten alegría y vida. De talla completa, vestido blanco y manto azul forrado en rosa, enriquecido todo con “bordados” hechos con la técnica de estofado, poco usada también por Mena. A pesar de la extensa producción del artista y de la época en que se hace, dejó pocas imágenes más bajo la advocación de la Inmaculada, quizá “temería no volver a alcanzar el grado de perfección que alcanzó en la primera”. |
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La llegada de la Imagen a Alhendín |
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Entra en el pueblo el 27
de Noviembre de 1656 tras un pleito con las religiosas de los Ángeles que,
prendadas por su belleza, tratan de llevarla a su convento. Llegó en
procesión multitudinaria y solemnísima desde la capital, hecho que quedó
reflejado en un curioso romance y que se ha seguido publicando hasta
nuestros días.
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La devoción |
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A lo largo de todos estos años no ha cesado, más bien al contrario, la devoción que su pueblo le profesa, habiéndole donado desde el retablo al ingente y lujoso ajuar que posee, pasando por la fundación de misas perpetuas o el frontal de jaspe para el altar mayor de la iglesia. Otro dato curioso es que, tras múltiples vicisitudes vividas en todo el territorio español, finalmente se establece la salida de la patrona de Alhendín de forma fija cada 5 años. A lo largo de su historia, en algunas épocas incluso llegó a ser este periodo de 20 años, se estima que para preservar la incomparable e irrepetible belleza de la imagen, si bien ha salido en otras ocasiones de manera extraordinaria por rogativas, siendo tradición el haber obtenido siempre lo que se le ha pedido. |
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Información y fotografías por cortesía de Cristóbal J. Casares Rodríguez |
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