Del 17 de octubre al 9 de noviembre de 2003.
Parroquia de San Juan Bautista, Convento de Jesús Nazareno.
Chiclana.

Con motivo de la celebración del séptimo centenario de la fundación de Chiclana de la Frontera, la Iglesia ha promovido una exposición en la que se muestran alguna de las piezas más significativas del patrimonio artístico religioso conservado en la ciudad. Las obras seleccionadas poseen además de un indudable valor estético, un carácter testimonial del sentimiento piadoso que animó su creación.

Horario: 11.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.

Esta exposición se desarrolla en dos sedes, por un lado la parroquia de San Juan Bautista, cuya portada podemos apreciar en la foto adjunta, y por otro en la iglesia del Convento de Jesús Nazareno.

En 1510 se comenzó a levantar el primitivo templo de San Juan Bautista, sobre cuyo solar se construiría más tarde el actual.

Esta parroquia puede ser considerada como uno de los máximos logros del arte religioso gaditano de corte academicista. El encargado de su diseño fue Torcuato Cayón de la Vega, por entonces maestro mayor de la Catedral de Cádiz.

Cayón concibió un templo de majestuosas proporciones, cuya monumentalidad se acentúa gracias al hecho de haber dispuesto tres naves a la misma altura, esbeltos soportes apilastrados y un rítmico repertorio decorativo en su bóvedas., en las que se evidencian los ecos de las que él mismo había diseñado años atrás para la Catedral.

Comenzamos a visitar la exposición en esta iglesia, la misma se desarrolla en las naves laterales del templo, permitiendo mantener el culto en la nave central.

En la muestra se pueden contemplar varios crucifijos, uno de ellos realizado en pasta de yute, de hacia 1700 realizado por los indígenas de Nueva España. Presenta una concepción arcaizante que lo diferencia de las tendencias de la escultura contemporánea europea.

El crucifijo de marfil y ébano (que podemos apreciar en la vitrina) data de hacia 1770, de autor anónimo y cuidada factura.

San Pedro Apóstol,
h. 1780. Se trata de una imagen de autor anónimo, de madera policromada. Mide 140 cm. de alto. Fue titular de una antigua hermandad de clérigos.

Cristo Crucificado atribuido a Roque Balduque, de hacia 1552. Este artista concluía en dicho año el retablo mayor de la antigua parroquia de Chiclana. Es muy probable que esta imagen formara parte de dicho conjunto del que solo se ha conservado un relieve que representa el Descendimiento de Cristo, con el que guarda estrechas relaciones estilísticas.

San Antonio de Padua. h. 1640, madera policromada. 126 cm de alto. Parroquia de San Juan Bautista.

Es esta una de las imágenes que proceden del antiguo templo parroquial, dónde ocuparía un desaparecido retablo. Su factura evidencia la intervención de un maestro escultor cercano a Francisco de Villegas. El autor atendió fundamentalmente al carácter devoto de la talla, concentrando su atención en el rostro.

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