El tercer paso del cortejo porta la Pura y Limpia Concepción, que se atribuye por algunos al notable maestro escultor y arquitecto de retablos, Miguel Franco, ya que en 1710 ejecuta el altar donde recibe culto en la capilla sacramental de Sta. Ana. Sin embargo otros historiadores la atribuyen a Duque Cornejo. Fue restaurada en 1998 por Carmen Álvarez.

Serena expresión, belleza cálida y dulce en una imagen del más puro estilo rococó.

Hace unos años la imagen de la Purísima procesionaba con su ráfaga que actualmente se ha suprimido para no entorpecer su completa visión desde cualquier ángulo.

Los candelabros de guardabrisas son los que utiliza en su salida procesional la Virgen del Rosario del Barrio León.

Autor:© Rafael Márquez                      Volver                                   Siguiente>>