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6 de Agosto |
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Mateo,
Marcos y Lucas, nos narran, con la diferencia de algunos ligeros
matices, el acontecimiento de la Transfiguración. Jesús había hablado
a sus discípulos de su inminente pasión y muerte. Y para que no
vacilasen en la fe, invita a tres de ellos, Pedro, Santiago y Juan, a
subir con Él al monte Tabor, precisamente los tres que verían su agonía
en Getsemaní. |
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Entonces intervino Pedro y dijo a Jesús: Señor, qué bien estamos aquí. |
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Si quieres, hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado en quien tengo puestas todas mis complacencias. Escuchadle. | ||||
Evangelio de San Mateo 17. 1-8 | ||||
"Seis
días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano
Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. |
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En
esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. |
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La Nube |
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Una nube los cubría. Es la nube. La nube de larga historia: aquella historia de Dios enlazada con la historia de los hombres, que denota la presencia del Señor. La nube cubrió el tabernáculo (Ex 40,34). La nube garantizaba todas las intervenciones divinas: "El Señor dijo a Moisés: Yo vendré a ti en una nube, para que vea el pueblo que yo hablo contigo y tengan siempre fe en ti” (Ex 19,9). Esa nube cubre ahora a Jesucristo y de ella brota la voz poderosa: “Este es mi Hijo elegido, escuchadlo”. La nube que se había cernido sobre María en la Encarnación: “El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por eso al que va a nacerlo llamarán consagrado, Hijo de Dios” (Lc 1,35). La nube que delata y oculta; la nube, esa sombra que, como dice San Agustín, se produce siempre que la luz de Dios se encuentra con un cuerpo para alguna encarnación. La nube que acreditará el triunfo de Jesús en su ascensión (Hech 1,9), y en su retorno (Mc 13,26), cuando los que le hayan seguido se le incorporen, envueltos en nubes de victoria. |
La Iglesia celebra la Trasnfiguración | ||||
La fiesta de hoy se instauró en Oriente en el siglo XI y se introdujo al calendario romano en 1457 para conmemorar la victoria sobre el Islam en Belgrado. Después se celebró en los ritos Siriaco, Bizantino y Copto. En el hecho de la Transfiguración, el Señor quiere preparar el corazón de sus discípulos para que superen el escándalo de la cruz. Pero esta fiesta es, además, un anuncio de la adopción maravillosa que nos hace hijos de Dios en Jesucristo y del resplandor con que un día brillará todo el cuerpo de la Iglesia. |
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Jesús había hablado a sus
discípulos de su inminente Pasión y Muerte. Y para que no vacilasen en
la fe, invita a tres de ellos, Pedro, Santiago y Juan, a subir con El al
monte Tabor, precisamente los tres que verían su agonía en Getsemaní.
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Allí se transfiguró delante de ellos. Su rostro brillaba como el sol, y sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de ella, que decía: "ESTE ES MI HIJO AMADO EN QUIEN TENGO PUESTAS TODAS MIS COMPLACENCIAS. ESCUCHADLE." Esta voz les confortaría en el momento de la prueba. |
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