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2 de Mayo 2009*. Tercer Sábado de Pascua |
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El sábado de la tercera semana de Pascua y víspera del Domingo del Buen Pastor, se celebra la fiesta de la Divina Pastora, de la Madre del Buen Pastor, así fue instituida canónicamente por el Papa Pío VI el 1 de agosto de 1795. Esta fiesta litúrgica está íntimamente unida a los capuchinos, especialmente a los de Andalucía, ya que fue en Sevilla donde comienza para el mundo esta devoción a la Madre de Dios. En un momento de la devoción mariana en que a la Madre del Señor se le había encumbrado tanto, al modo humano, que parecía poco menos que inimitable, y al pobre pecador sólo le cabía contemplarla en su inalcanzable altura, surge del celo pastoral de un capuchino, presentar a María, como Madre del Buen Pastor, cuidando el rebaño del Señor, mezclada entre las ovejas y siendo por lo mismo espejo de la misión propia de la Iglesia de Cristo. |
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Mater Divini Pastoris | ||||
Así
fue como Fray Isidoro de Sevilla, viendo en su labor pastoral, que el
rebaño de Cristo, sobre todo las ovejas más necesitadas del cuido
misericordioso, los pobres y pecadores, los sencillos de este mundo,
andaban poco menos que desvalidos, como ovejas sin pastor que las guiase
al que es Pastor de nuestras vidas, el Dios cercano, muestra a María
despojada de todo boato, rebajada de rangos y grandezas impropios, y en
la actitud que siempre tuvo la Madre del Señor: servir al Hijo de Dios
hecho hombre, un servicio que se traducía en cuidarlo, protegerlo,
ayudarle a crecer, escucharlo, obedecerlo, y, ahora, haciendo lo mismo
con su Cuerpo que es la Iglesia, llevando a cabo la misión que su Hijo
le encomendase desde la cruz, cuando refiriéndose a Juan, el discípulo
(que nos representaba a todos) dijo a María : "Mujer, ahí tienes
a tu hijo"; el evangelista san Juan que nos refiere el hecho dice
que desde ese momento se la llevó a su casa. |
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sencillo de
pastora, sale de la Iglesia de san Gil, en
Sevilla, en busca de las ovejas perdidas del rebaño de Cristo, en busca
de los más necesitados de cariño y de Dios, Pastor que no quiere que
su rebaño se pierda. Fray Isidoro se encamina a la Alameda de
Hércules. Y son precisamente estas personas, necesitadas de verdadero
afecto las que reciben con regocijo esta advocación nueva de la Madre
del Señor, por verla acogedora y en actitud de servicio. |
Somos tu pueblo y ovejas de tu rebaño | ||||
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Luego la advocación de la Divina Pastora y su devoción se extendió entre todas las clases sociales, mediante la labor pastoral de los capuchinos, destacando, entre otros, el Bto. Diego José de Cádiz. Hoy la Orden capuchina, así reza en su Constituciones Generales, encomienda su tarea evangelizadora a la intercesión de la Madre del Buen Pastor, al presidir, orando, la mañana de Pentecostés los comienzos de la evangelización, bajo la acción del Espíritu Santo. |
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Iconografía de la Divina Pastora |
En
la iconografía de la Divina Pastora tuvo un papel fundamental Fray
Isidoro de Sevilla al indicar con toda precisión al pintor Alonso
Miguel de Tovar como debía representarla: Siguiendo esta descripción Ruiz Gijón labró la primera representación en el mundo de la Divina Pastora de las Almas. Esta imagen es la que se sigue venerando en la Primitiva Hdad. de la Divina Pastora y Sta. Marina de Sevilla. |
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